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Una vida de aventura

Hola materos. Somos Paula (27) y Martín (28), dos jóvenes de Mendoza Argentina, que decidimos dejar nuestra vida en la ciudad para salir a cumplir nuestro sueño de recorrer América Latina. Ya van dos largos años que estamos rodando, en los que hemos vivido múltiples experiencias, desde ver a los Rolling Stone en Cuba, hasta nadar con  tortugas y delfines en las playas Méxicanas.

Nuestro camino comenzó en México al cual llegamos en un vuelo que salió desde Mendoza que luego de varios aeropuertos y escalas aterrizó en Cancún. Qué decir de este país tan grande, un país con una inmensa diversidad cultural, desde culturas ancestrales de muchos años atrás (Olmecas, Toltecas, Aztecas) hasta el México actual donde hoy sigue viva de una u otra forma la identidad de todos los pueblos que habitaron alguna vez suelos mexicanos (a través de sus comidas, cantos, danzas, bebidas,tejidos, esculturas y por supuesto su gente). Con maravillas naturales de norte a sur y de este a oeste. Pasamos por el este donde conocimos las hermosas playas del caribe, sus islas y el agua cristalina de sus cenotes; siguiendo las ciudades mayas hacia el sur, nos encontramos con una selva media alta llena de hermosos ríos y resistencia indígena. Siguiendo esa fuerza de lucha nos fuimos hacia las sierras del oeste frente a las grandes olas del pacífico, con playas de atardeceres mágicos y mares llenos de diversidad, hacia el centro del país, pasando por hermosos pueblos coloniales, para llegar a la gran ciudad, una ciudad que no descansa, con mucho arte para compartir. Camino hacia el norte pasamos de la tupida selva de la Huasteca, hasta el desierto de los Huicholes donde finalizamos nuestro recorrido, por todo el camino conocimos gente con un gran corazón.

Pueblos llenos de historias y colores

Luego tuvimos la suerte de poder conocer Cuba, con sus bellas playas y sus pueblos llenos de historias por contar a sus visitantes. En sus calles, en cada parque, museo o estación de bus uno encuentra la alegría del sentir cubano. Disfrutamos un hecho histórico, el cierre del tour de los Rolling Stone gratis en la Habana.

Continuando por Guatemala, donde conocimos la cultura viva de sus pueblos Mayas, sus lagos como “Atitlan”, volcanes y montañas llenas de siembras, que nos cobijaron con sus deliciosos sabores. Pueblos que cuentan historias a partir de sus tejidos y bordados, caminar por sus mercados donde se combinan miles de sabores y colores, es una hermosa experiencia por vivir, en los rostros de su gente se puede observar los largos años de conflicto que marcaron al país.

Arte, amistad y brazos abiertos de América Central

El viaje siguió por Honduras donde un ferry nos llevó desde las playas de la Ceiba, hasta la isla paradisíaca de Roatán, donde permanecimos más de un mes disfrutando de sus hermosas playas de aguas cristalinas y una gran biodiversidad en los arrecifes de coral. Aún hoy se disfruta de la hermosa cultura Garífuna que tiene mucha música y baile por compartir en el sonar de sus tambores por toda la costa caribe. Luego nos dirigimos hacia el centro del país a recorrer los valles Lencas llenos de cultivos en las montañas hondureñas, y con muchos ríos por proteger.

Entramos a Nicaragua cruzando las montañas del pueblo Miskito, atravesando lagunas y enormes playas de imponentes olas. Visitamos la isla de Ometepe, vista desde el cielo con forma de infinito, en ella hay dos volcanes, uno de fuego y otro de agua con una laguna en su cráter. Al seguir viaje dejamos atrás un pueblo generoso y hospitalario dirigiéndonos a su país hermano, Costa Rica.

Este nos recibió con mucho arte, amigos y los brazos abiertos,  pudimos disfrutar de la rica gastronomía y coctelería, la abundancia de la flora y fauna, y las playas de arena blanca del caribe costarricense. Pudimos disfrutar de atractivos naturales en el “Parque Nacional Cahuita” y  en la península de la Osa, frontera con el próximo destino Panamá, este nos recibió con montañas frías y sus ríos de agua clara. En nuestros primeros días fuimos cobijados por el volcán “Barú” y luego del frío nos dirigimos a “Bocas del Toro”, islas de estrellas marinas, mantarrayas y agua cristalina, tierras del pueblo Ngäbe-Buglé. Atravesando los bosques de Antón, y entrando por el puente de las Américas, llegamos a la ruidosa y caótica ciudad de Panamá,atravesada diariamente por miles de mercancías que entran y salen por el canal para todo el mundo. Desde este lugar nos tocaba volar hasta nuestro próximo destino, Medellín Colombia.

Ni bien llegamos a Medellín empezamos a sentir el cariño de la parte sur del continente. No solo por el agradable clima sino también por la calidez de su gente. Luego de recorrer sus montañas, nos dirigimos al caribe Colombiano, desde donde hoy escribimos estas notas a escasos kilómetros del “Parque Nacional Tayrona”.

Sin Yerba Mate, nuestros viajes no serían posibles

Se preguntaran cómo hacemos para sostener nuestra forma de vida. Todo comenzo 7 años atrás con dos estudiantes de Diseño Industrial (Paula y Sofía). Ambas, dos fanáticas y amantes del mate que comenzaron con el proyecto de realizar mates artesanales para juntar dinero para poder viajar. A este proyecto lo denominaron “A Rodar Diseño”, este fue creciendo poco a poco en la ciudad de Mendoza e incorporando nuevos objetos de diseño realizados con materiales reciclados (lámparas, mobiliario, macetas, murales, decoración de interiores y demás). Yo (Martin) a “A Rodar” me sume unos años después y junto con Paula tomamos la decisión de comenzar a viajar y así fue que este proyecto fue tomando dinamismo, lo que nos ha permitido viajar por diferentes lugares generando conciencia a través del arte, ya sea en los talleres que impartimos, o por el diseño de objetos, ya que los materiales que utiliza “A Rodar Diseño” son reciclados, reutilizados y amigables con la naturaleza, porque creemos que este es nuestro aporte para cuidar el planeta en el que vivimos, entendiendo que depende de cada uno de nosotros realizar los cambios necesarios para hacer de éste un lugar mejor.

Nada de esta maravillosa aventura hubiera sido igual sin la gran compañía que representa el mate para nosotros. Esta bebida que la tomaban los indígenas Guaraníes hace muchos años atrás,y hoy algunas culturas como la de Argentina y Uruguay mantienen viva, junto con sus reglas, tipos de yerbas, rondas, métodos de tomarlo y momentos para hacerlo, van mutando con el pasar de los años. Hoy ya más abierta al mundo entero, aunque en muchas partes puede ser un simple Té, para nosotros estemos donde estemos es una parte fundamental de nuestro dia a dia. No importan los medios ni los como, pero la “Yerba Mate” siempre aparece ya sea por regalos, intercambios con viajeros, las tiendas naturistas, o grandes mercados.

Por qué nuestras mochilas siempre tendrán Yerba Mate

También algo fundamental es el agua caliente, que la calentamos donde y como podemos, y si no hay cocina, encendemos una fogata. Este nos acompaña al iniciar los días como un desayuno, en las largas jornadas de taller elaborando y diseñando las lámparas y diferentes objetos, dándonos energía y concentración para trabajar, al igual que en la realización de workshops, y también en los momentos de recreación en los días de playa, caminatas por montañas, ríos y lagos. En fin está junto a nosotros acompañándonos en casi todas las actividades que realizamos, no solo por su agradable sabor, sino porque genera gratos momentos con personas de todos lados, ya que esta bebida siempre es mejor si es compartida. Viajando hemos encontrado desde los que creen que es una droga o alucinógeno, hasta los que les agrada tanto su sabor, que deciden obtener su propio kit de mate. Es por todo esto que la Yerba, la bombilla, el termo y la calabaza (recipiente hecho por nosotros) no puede faltar nunca en nuestras mochilas. Nos gusta tomarnos el tiempo para prepararlo como se debe humedecer lentamente la yerba con agua tibia, luego agua 75°C,  y por último insertar la bombilla tapando su boca para que el mate no se tape, y ahora sí a disfrutar.

Al finalizar nuestro viaje (próximos destinos Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia) soñamos algún día lograr construir nuestro hogar autosostenible donde podamos sembrar nuestra propia yerba mate.

Esta nota fue escrita con la compañía de unos ricos mates.

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